Capitulo 6
Jordan - antes
125 días antes del viaje, 9:53 p.m.
Courtney McSweeney avanza hacia mí con gran dificultad como si estuviera en el video número uno de TRL*. Estiro mis brazos alrededor y tiré de ella más cerca, nuestros cuerpos balanceándose con la música. Ella parecía sorprendida, pero empujó su cuerpo con más fuerza contra el mío. Ella siempre es tan tranquila en matemáticas. Y definitivamente no se viste así en la escuela. Atrapo los ojos de Madison a través del cuarto y rápidamente aparto la mirada, como si hubiera olvidado quien es ella. No estoy siendo un cabrón. Bueno, está bien, tal vez lo soy, pero es solo para dar a entender que es el fin. El fin, desde luego, de estar con Madison enrollándose conmigo.
*Total Request Live (llamado comúnmente solo como TRL) es la serie de televisión de insignia de MTV que presenta videos de música popular.
“Hey,” digo, alejándome de Courtney. “¿Quieres una bebida?” Ella empuja su cabello fuera de su cara y sonríe.
“Seguro.” Se dirige a donde están las neveras y yo la sigo. Seriamente, ella realmente no se viste así para la escuela. Estoy teniendo un momento muy difícil en no mirar fijamente su trasero.
“¿Qué quieres beber?” Pregunto, buscando a través de una de las neveras. El hielo hace que mi mano se congele. “Hay soda, cerveza… eso es todo.”
“Tomaré una cerveza,” dice, sonando insegura. Tuerzo la lengüeta de la Corona [N.T: Marca de cerveza] y se la entrego. Ella toma un sorbo.
“Entonces,” digo. La música es del tipo estridente, y de repente me doy cuenta de que ahora tengo que ser ingenioso y encantador de modo que Courtney parezca como que está teniendo un buen momento, por lo tanto hago pensar a Madison que estoy coqueteando con ella.
“Entonces,” dice. Ella pasa los dedos por el borde de su cerveza y mira hacia sus zapatos. Genial. Tan sociable, esta chica.
“¿Ya comenzaste la tarea de matemáticas?” Le pregunto, pensando que es un tema seguro.
“Si, de hecho ya terminé con eso,” dice. Levanto mis cejas y ella se sonroja. “Solo porque esa es la única nota sobre la que estoy preocupada.”
“¿Enserio?” Frunzo el ceño. “¿Cómo es eso?”
“Cálculo me hace equivocarme por alguna razón,” dice. “Entonces intento terminar mis cosas antes, y luego hago que mi amigo Lloyd la revise. Él es un total genio de las matemáticas.”
“Suena como eso, con un nombre como Lloyd.” Resoplé. No estoy intentado ser malo, solo divertido, pero ella luce herida. “Whoa,” digo. “Solo estaba bromeando.”
“Está bien,” dice, apartando la mirada. Alcanzo a ver la mirada en su cara, sin embargo, lo que me hace pensar que probablemente se esté acostando con él. O desearía hacerlo. “De todos modos,” continúa, “tengo que mantener alto mi promedio de matemáticas, entonces me aseguro de terminar los deberes antes entonces mi amigo tiene tiempo de revisarlos.”
“¿Cuál es el gran problema?” Pregunto. “¿Estás en lista de espera o algo?” Todos saben que las calificaciones que estamos consiguiendo ahora realmente no tienen efecto en lo que va a suceder con nosotros. Por ahora, las solicitudes para las universidades están listas y enviadas, y tú estás dentro o no. Es una maravilla de que alguien vaya a clases. Tomo otro sorbo de mi cerveza e intento fingir que no me doy cuenta de que Madison me está observando.
“No,” dice. “Voy a ir a la Universidad de Boston.”
“No jodas,” digo. “Yo también.” Repentinamente tengo un pensamiento horrible. “¿Ellos están revisando nuestras notas de nuestro último año?”
“No lo sé,” dice. “Solo estoy nerviosa por toda esta cosa con el niño de la UNC [N.T: Universidad de Carolina del norte].” Le doy una mirada en blanco. Ella suspira. “Ese niño de la UNC, ¿no escuchaste sobre eso? Él fue aceptado y luego totalmente no fue a todas sus clases. Ellos retiraron su aceptación desde que sus notas se volvieron muy malas.”
“Estoy seguro de que ellos solo están tratando hacer un ejemplo con él,” digo. “Quiero decir, seriamente. Ellos no te van a echar de la UB [N.T: Universidad de Boston] solo porque tú promedio en matemáticas es malo.” No estoy seguro de si es verdad o no, pero ella me afecta como si fuera del tipo que se preocupa de cada pequeña cosa. Y no puedo tenerla triste. Necesito que parezca feliz y como si yo estuviera cerca de meterme dentro de sus pantalones, lo que por lo tanto me hará acercarme mucho más a mi objetivo principal, que es Madison.
“De todos modos,” digo, decidiendo que es tiempo de empezar a hacer mi movimiento. “Eres demasiado linda. Todo lo que tienes que hacer es enviarles una fotografía, y estoy seguro de que no les importará si reprobaste cálculo.” Ella se sonroja y estiro el brazo y toco el suyo. Por la esquina de mi ojo, veo a Madison bajar su bebida y empezar a acercarse a nosotros. Si. Misión cumplida.
Antes de que llegue aquí, sin embargo, un tipo usando una camiseta polo a rayas -¿quién realmente todavía usa camisetas polo?- se acerca a Courtney.
“Hey,” dice, tocando su codo. “¿Qué está pasando?”
“Hey, Lloyd,” dice, su cara iluminándose. Ah, el infame Lloyd. Él luce como si fuera bueno en matemáticas. Pero ¿qué está haciendo aquí? Quiero decir, además de que obviamente esta parrandeando. Madison recoge su bebida y finge no estar mirándome. Mierda.
“¿Quién es este?” Pregunta Lloyd, evaluándome.
“Este es Jordan,” dice Courtney. “Está en mi clase de matemáticas.” ¿Él está en mi clase de matemáticas? Que hay sobre “¿yo solo estaba intentando coquetear a duras penas como si no hubiera tenido nada en meses?” Es lindo saber donde están sus lealtades. Tomo otro sorbo de mi cerveza.
“Hey,” dice Lloyd, mirándome. “¿Qué pasa?”
“No mucho, hombre,” digo, preguntándome cuando se va a ir. Está arruinando el plan. Intento lucir aburrido en un esfuerzo para hacer que se vaya. No funciona.
“Todavía te tengo que ir a dejar a tu casa, ¿cierto?” Él le pregunta a Courtney, mirándome por la esquina de su ojo.
¿Qué pasa con este tipo? El parece como si estuviera a un segundo de golpearme con un bate de beisbol en las rodillas. O queriendo hacerlo. Me pregunto si así es como comienzan los asesinos en serie. ¿El Unabomber [N.T: Theodore John Kaczynski, también conocido con el sobrenombre de Unabomber, es un matemático norteamericano y crítico de la sociedad que llevó a cabo una campaña de envíos de cartas bomba para denunciar la sociedad moderna tecnológica] no era realmente bueno en matemáticas?
“Si,” dice Courtney, echándome un vistazo, también. Tomo otro sorbo de mi Corona. Hey, no se tienen que preocupar por mí. La última cosa que necesito es que ella espere que la lleve a su casa. Como dije, es lo suficientemente linda, y su cuerpo es humeante, pero tengo la vista puesta en algo más.
“Entonces, George, ¿vas en penúltimo año?” Pregunta Lloyd, y pongo los ojos en blanco. Qué herramienta. Conozco tipos como él. Tipos que mantienen un puñado de chicas alrededor, poniéndolas delante de ellos, pero nunca verdaderamente saliendo con ellas. Incluso se enfadan si alguien más trata de hacer un movimiento. Lo que no estoy tratando de hacer. Pero cuando me dice George, casi quise hacerlo, desde que sé que sabe mi nombre. Un comentario sarcástico no-tan-sutil. Lindo, Lloyd.
“Estoy en ultimo año,” digo, y lo dejo en eso. Hay un silencio incómodo.
“Entonces, escucha,” digo, observando a Madison por la esquina de mi ojo. “Tengo que regresar con mis amigos, pero fue lindo bailar contigo, Court.”
“Contigo también,” dice, y por un segundo, casi no hago lo que tengo que hacer. Porque ella parece una chica linda. Pero entonces veo a Lloyd dándome la mirada de la muerte, y puedo decir que Madison me está mirando, entonces voy por eso. Lo que sea, si me voy al infierno, será por salir con Kendra Carlson en la fiesta de graduación de su hermano el verano pasado y luego nunca llamarla otra vez.
“Entonces, ¿me das tu número?” Digo, tratando de sonar avergonzado, como si no estoy seguro de si me lo va a dar. Ella luce sorprendida por un segundo, luego rápidamente añado, “Oh, lo siento, están ustedes dos…” Miro desde ella hacia Lloyd, incluso cuando se que no hay forma de que estén juntos. Los ojos de Lloyd se oscurecen. Eso es lo que consigues por llamarme George, Chico Polo.
“Um, no,” dice Courtney, luciendo incluso aún más nerviosa.
“No, ¿no puedo tener tu número?” Digo, sonriéndole abiertamente otra vez.
“No, no estamos juntos,” dice, más convincentemente esta vez. “Y si, puedes tener mi número.”
Las cejas de Lloyd se levantan por la sorpresa. ¿Él de verdad pensaba que ella iba a decir que no solo debido a él? Es obvio que ella lo quiere, pero por favor. No está mal de la cabeza. Cualquier chica que baila de la manera en que ella lo hace no se va a quedar sentada esperando por un tipo llamado Lloyd.
Courtney saca un bolígrafo y un papel del pequeño bolso amarrado alrededor de su cintura y escribe su número. Hago un gran espectáculo de ponerlo en mi billetera, aún cuando no tengo intención de usarlo. Es en mayor parte porque así Madison me verá haciéndolo, a pesar que más tarde le diré que Courtney y yo estamos emparejados para un proyecto de la escuela, solo estaba bailando con ella para ser lindo, y conseguí su número para que podamos trabajar en la tarea. No sabrá si es verdad o no, pero otra vez, esa es parte de la diversión.
“Gusto en conocerte, Lloyd,” digo, mirándolo directamente. “Y te haré una llamada,” le digo a Courtney.
“Más tarde,” dice, y pienso brevemente sobre lo que va a ocurrir en la escuela el lunes cuando me deshaga de ella. Gracias a Dios, ella se sienta en el otro lado de la habitación en clase de matemáticas. Y no luce sicótica, lo que siempre es un extra. Las chicas sicóticas son un dolor en mi trasero. El año pasado besé a una chica de primer año de universidad en una fiesta de piscina y no soltó mis bolas por seis meses. Ese es el porqué ahora mi política es no sicóticas, y no de primer año de universidad. La cosa del primer año de universidad es obviamente fácil de evadir, mientras que las actitudes sicóticas son un poco más problemáticas. No es como si las chicas caminaran con un “estoy loca” grabado sobre sus pechos.
Decido dirigirme alrededor de la fiesta por el camino largo, y acercarme sigilosamente a Madison por detrás. Cuan genial sería eso, ¿yo haciendo el mismo truco que ella hizo más temprano? Pero cuando hago mi camino a través de la multitud hacia donde están Madison y sus amigos, el único ahí es B. J. su sombrero de duende está manchado con cerveza y está sentando en el piso, luciendo desanimado.
“Amigo,” digo, agachándome a su lado. “¿Estás bien?”
“Si,” dice tristemente. “Estoy bien. Solo estoy borracho.”
“Eso apesta.”
“Si,” estuvo de acuerdo.
“Hey, no te diste cuenta donde fueron Madison Allesio y sus amigos, ¿o sí?”
“No estoy seguro,” dice, pareciendo pensativo. Frunce el ceño, se saca su sombrero de duende de la cabeza, y lo tuerce con sus manos. “Creo que dijeron algo sobre ir a la casa de Jeremy Norfolk.” Mierda. Jeremy Norfolk también estaba teniendo una fiesta esta noche, y aparentemente Madison y sus amigos se fueron mientras se suponía que me estaban esperando. Estoy impresionado a pesar de estar molesto con mi mismo, y un poco emocionado. Cualquier chica me abandona mientras estoy en proceso de hacer que esté celosa es caliente.
“¿Quieres ir a lo de Jeremy?” Le pregunto a B. J. El me mira, sus ojos miran hacia atrás y hacia delante de su traje de duende empapado en cerveza.
“Si.” Asintió.
“Amigo, estás pasado,” digo. “No vas a ir a ninguna parte excepto a casa. Vamos.” Intento ayudar a B. J. a levantarse sin de verdad acercarme mucho. De ninguna forma quería ir a Madison oliendo como un duende borracho.
Veinte minutos más tarde, después de llevar a B. J. a algún lugar de café para llevar sin bajarte del auto y llevarlo a su casa, decido parar en mi casa para volver a echarme mi colonia y matar algo de tiempo. No puedo dejar que Madison piense que voy a ir detrás de ella tan pronto como me diera cuenta de que se había ido.
Había un coche desconocido en mi entrada. Mi papa estaba fuera de la ciudad, entonces asumo que es uno de los clientes de mamá –ella es una abogada, y a veces cuando está en medio de un gran caso, trae a sus clientes a la casa. Abro la guantera y saco una goma de mascar, haciéndola explotar en mi boca solo en caso de que huela a alcohol. Solo tomé un par de cervezas, pero la última cosa que necesito es lucir borracho y desordenado en frente de mi mamá y uno de sus clientes.
“¡Mamá!” Llamé, moviéndome por el recibidor, e intentando calcular cuánto tiempo mi mamá podría estar levantada y trabajando. Ella tiene el sueño pesado, y nuestra casa es lo suficientemente grande para que si mi mamá está dormida, totalmente podría traer a Madison aquí conmigo más tarde. “Estoy en casa.”
Oigo una pelea y susurros viniendo desde la sala de estar. Giro en la esquina, y ahí es cuando lo veo. Mi mamá. En el sofá, con su camisa desabotonada. Hay un tipo a su lado, SIN su camisa.
Y no es mi papá. Por un segundo, solo me quedé ahí.
“Jordan,” dice mi mamá, arreglando su cabello. Cierra su camisa. “No pensé que estarías en casa hasta mucho más tarde.”
“Obviamente,” digo, evaluando al tipo que está con ella. No luce avergonzado. En cambio, luce casi contento. Nadie se mueve. Solo esperamos, sin decir nada.
“Está bien,” finalmente digo. Me doy la vuelta y me dirijo hacia la puerta. “De hecho iba a volver a salir de todos modos, así que…” Me calmo, sin estar realmente seguro de lo que se supone que tengo que decir.
“No tienes que hacerlo,” dice el tipo. Se levanta del sofá. “Justo me estaba yendo de todas formas.”
“Sé que no TENGO que hacerlo,” digo, girándome. “Vivo aquí.”
“Jordan…” comienza mi mamá, pero mi giro sobre mis talones y me encamino a mi coche. Cierro la puerta de mi camioneta de un golpe y le subo a la música. Muy fuerte. Me siento ahí por un segundo, esperando que mi mamá salga precipitadamente detrás de mí, para explicarme, para decirme que fue un extraño malentendido. Pero no lo hace.
Después de unos minutos, le bajo a la música y salgo en reversa del camino de entrada. No tengo idea de dónde voy o que voy a hacer. No estoy de humor para perseguir más a Madison, y B. J. está acabado por esta noche. Y todos mis otros amigos probablemente están en la fiesta de Jeremy. Conduzco sin rumbo por unos minutos, y entonces recuerdo el número de Courtney McSweeney, escrito en un pedazo de papel en mi billetera.

No hay comentarios:
Publicar un comentario