15 julio, 2010

Calle de Doble Sentido: Cap. 2

Capitulo 2

Jordan – El viaje






Traducido por librojoven.blogspot
Corregido por Annae



Día Uno. 8:37 a.m.


No tengo ni idea de por qué Courtney está llevando una ropa tan ajustada. ¿Llevan las chicas normalmente minifaldas rosas de algodón y camisetas ajustadas cuando se van de viaje por carretera? He visto esa ridícula película de Britney Spears, Crossroads, y definitivamente no recuerdo que las chicas de esa película llevaran ropa de puta. Camisetas y pantalones cómodos, eso es lo que llevaban. ¿Lo está haciendo en un esfuerzo por volverme loco? ¿Y se va a portar como una zorra todo el tiempo? No es mi culpa llegar tarde. Tenía que empaquetar mis cosas, lo que pensarás que sería fácil ― sólo echar tu ropa, ordenador y CDs en una maleta, ¿verdad? Pues no. Me llevó una jodida eternidad. Pero estaba intentando darme prisa ― ni siquiera me engominé el pelo, lo que fue un gran sacrificio. Cuando al fin se seque voy a parecer Seth Cohen o cualquier mierda.

Mi móvil sono mientras estaba cargando las cosas de Courtney en el maletero e
intentando no pensar en los próximos tres días.

Contesto sin revisar quién llama en la pantalla.

“Sí.” Digo, levantando una bolsa rosa con largas asas hacia el maletero. ¿Qué demonios lleva aquí dentro? Parecen pesas.

“Yo.” Dice mi mejor amigo, B.J. Cartwright, sonando completamente despierto, lo que es sorprendente. B.J. nunca suena totalmente despierto. Especialmente dado que suele estar o con resaca, o borracho, o preparándose para emborracharse.

“Yo.” Digo, sentándome en el maletero abierto. “¿Qué pasa?”

“Noticias frescas, amigo”. Dice, sonando nervioso. B.J. siempre tiene noticias frescas. Éstas solían tratar de alguna chica a la que se quería tirar, pero durante los últimos meses ha estado saliendo con la amiga de Courtney, Jocelyn. Aún es el cotilleo más grande que conozco, y uno de sus mayores secretos es que tiene una suscripción a US Weekly.

“¿Es por eso que estás levantado tan temprano?”

“¿Uh? Oh, no, aún no me he acostado.” Responde.

“¿Has estado de pie toda la noche?” Digo, mirando el reloj. “Son las nueve de la mañana.”

“Amigo, la fiesta duró hasta las cuatro. Y después nos fuimos todos a desayunar. Te perdiste de un tiempo jodidamente bueno.”

La fiesta de anoche fue algo así como el último hurra, una despedida antes de que todos se fueran a la universidad, algo que la mayor parte de la gente hará este fin de semana. Estuve allí durante un rato, pero me fui antes de que la cosa se desenfrenara. Sabía que tendría que madrugar esta mañana para no enfadar a Courtney por llegar tarde. Mira que bien me salió eso.

“Así que ¿cuáles son las noticias frescas?” Pregunto.

“Son sobre Courtney.” Responde, y me da un vuelco el estómago.

“¿Qué pasa con ella?”

“Se está liando con Lloyd.” Dice, y trago con fuerza. Figúrate tú. Lloyd es el mejor amigo de Courtney, ese completo imbécil del que Court ha estado enamorada desde algo así como séptimo curso. Bueno, hasta que me conoció. Supuestamente tan pronto como empezamos a salir, perdió todos sus sentimientos hacia él. O eso decía.

“¿Cómo lo sabes?” Pregunte, no muy seguro de querer saber nada acerca de esto.

“Lo oí de Julianna Fields, quien lo oyó de Lloyd.”

“¿Cuándo?”

“No estoy seguro.” Dijo B.J. “Estaba hablando de ello anoche. Después de la fiesta, muy tarde. Y después, hum, Lloyd le dejó a Courtney un comentario en MySpace anoche.”

“Bueno, da igual. “ Digo. Me levanto, cargo el resto de las maletas en el
coche, y cierro el maletero de un golpe.

“Courtney puede hacer lo que le de la maldita gana.”

“¿Estás bien?”

“Estoy bien.” Miento. “Gracias por hacérmelo saber.”

“Bien.” Dice B.J. “Llámame luego.”

Cerre el móvil e inspire profundamente. Da igual. No es para tanto. Quiero decir. Yo rompí con ella. Todo lo que tengo que hacer es pasar por los próximos tres días. Tres días no es nada. Tres días son la mitad de las vacaciones de primavera. Las vacaciones de primavera pasaron en dos segundos este año. Pensar en las vacaciones de primavera me hace empezar a pensar en vacaciones, lo que me hace empezar a pensar en Courtney y yo en Miami, y en el bikini que llevaba, y en lo que pasó en la playa… Para. Me digo. Se ha acabado.

Tomo aire de nuevo, y cuando me doy la vuelta el padre de Courtney está allí
de pie, sujetando su maletín en una mano y una taza de café en la otra.

“¿Todo listo?” Dice, sonriendo. Hago lo que puedo para devolverle la sonrisa, y resisto la urgencia de darle un puñetazo.

“Eso parece.” Digo. Siento que mis puños se aprietan con fuerza a mis lados, y me obligo a aflojarlos.

“Está todo claro, ¿verdad, Jordan?” Dice. Se inclina hacia mí, y puedo oler su locio después de afeitarse. “Odiaría que este viaje terminara mal, con Courtney distraída antes de su primer día de clase.”

“Yo tampoco querría que Courtney se disgustara.” Digo, lo que es verdad. Lo que no añado es que si su padre no fuera tan cabrón, no habría posibilidad de que Courtney averiguara nada que pudiera disgustarla, en primer lugar.

“Genial.” Dice, dándome una palmadita en el hombro como si fuéramos viejos amigos. “Me alegro de que estemos en el mismo equipo.” Me estudia durante un minuto, pero no aparto la mirada. “Se lo voy a decir, ya sabes.”

“Por supuesto.” Digo, aunque me ha estado diciendo esa misma mentira durante los últimos tres meses. Vacila durante un minuto, como si quisiera decir algo más, o como si esperara que yo le confirmara que no voy a hablar. Pero no voy a hacerlo. Confirmárselo. O hablar. Pero no necesita saber eso.

“Que tengáis un buen viaje.” Dice finalmente, y luego sale del porche.

Una vez que estuvo fuera de mi vista, apoyo la cabeza contra el lateral de mi furgoneta e inspiro profundamente. Me he pasado las últimas dos semanas volviéndome loco por el hecho de que, de no haber sido por el gilipollas del padre de Courtney y un segundo que lo cambió todo, aún estaríamos juntos. Pero en vez de eso, no lo estamos, y Courtney me odia.

¿Y quién podría culparla? Cree que la dejé por una chica que conocí en internet. Si supiera lo que pasó de verdad, probablemente me odiara aún más. Porque lo cierto es que Courtney y yo rompimos por una razón muy jodida de la que ella no sabe nada, y ojalá no lo sepa nunca. No hay chica de internet. Me la inventé.

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